Valle Inclán se definía carlista por estética. La Revuelta también es carlista, pero de Carlos Cano. De la belleza que nos transmite su música. Las coplillas de Carlos, que son coplillas por ser del pueblo, bien podrían ser coplazas.
Carlos Cano es un músico, un cantautor, un coplero, un arreglista y un cantante brillante, que escarbó con sus vastas manos hasta lo más profundo, hasta la raíz, para rehacerla y conformar un estilo único. Un estilo conseguido a base de muchas de sus virtudes: la malafollá granaina, la sensibilidad, la inteligencia, la alegría y la memoria mixturadas en un chorro de voz que no cesa por mucho que pasen los años desde ese triste 19 de diciembre del año 2000.
Evidentemente también somos carlistas por ética. La palabra compromiso va tatuada a fuego en la música de Carlos Cano. Compromiso con su tierra, con los más débiles, con las utopías y con todo lo que merecía que se resquebrajase la voz y pusiera su endeble corazón al servicio del pueblo y de la lucha.
En este sentido homenaje de La Revuelta hemos querido abordar algo imposible de acotar en poco más de una hora de radio. Una mirada poliédrica al Carlos Cano artista y persona en sus multiples facetas: su legado con el escritor Juan José Tellez y el historiador Sebastián de la Obra; el andalucismo con José Luis Serrano (escritor y profesor universitario); su obra musical con Juan Pablo Silvestre (Radio 3) y Aitor Velázquez (Hora Zulú); la persona comprometida con el pueblo con Ana Silva y Tono Cano (SecretOlivo).
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